Las empresas se están excediendo con la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías sofisticadas que no necesariamente mejoran nuestras vidas. Dos ejemplos son el cepillo de dientes eléctrico de $400 con "IA" y las tiendas de comestibles sin cajeros de Amazon, que han resultado ser un fracaso. Las empresas compiten por mostrar su compromiso con la IA, pero existen muchas promesas falsas y recursos desperdiciados asociados a esta tecnología. Necesitamos hacer más preguntas acerca de por qué existe esta tecnología de IA, por qué vale la pena nuestro tiempo y dinero, y por qué es mejor que alternativas más simples.

Aunque la tecnología sin cajeros de Amazon ha recibido comentarios positivos, la naturaleza complicada y costosa del sistema ha superado sus beneficios. En última instancia, las empresas deberían enfocarse en innovaciones prácticas y funcionales en lugar de avances llamativos en la IA. Es importante ejercer precaución y escepticismo cuando se trata de la exageración de la IA, y cuestionar el verdadero valor que aporta.