Si bien las herramientas de inteligencia artificial para redacción de patentes se están volviendo más comunes, es posible que no sean tan útiles para redactar las reclamaciones como lo son en otras áreas. Los asociados inexpertos a menudo necesitan que sus reclamaciones sean revisadas en profundidad por abogados experimentados, un proceso que puede ser ineficiente. Las reclamaciones deben ser precisas y equilibradas para ser efectivas, lo que requiere años de experiencia y conocimiento en constante evolución. Aunque las herramientas de inteligencia artificial pueden generar reclamaciones sólidas en términos estructurales, es posible que no brinden el mismo valor que un profesional capacitado en patentes. La redacción de reclamaciones bien elaboradas implica un delicado equilibrio entre patentabilidad, invalidez y capacidad de infracción, algo difícil de emular con inteligencia artificial.

Sin embargo, la inteligencia artificial puede ser útil en tareas que tienen mayor certeza, como describir el contexto de una tecnología. El futuro desarrollo de la inteligencia artificial podría permitir que esta ayude a mejorar el lenguaje de las reclamaciones en lugar de generar los primeros borradores. En última instancia, la experiencia y el conocimiento humano son fundamentales en el trabajo profundo de redacción de patentes y en mantener el equilibrio que satisface las necesidades de los clientes. Los redactores de patentes deben seguir mejorando sus habilidades para asegurarse de seguir siendo indispensables frente al avance de la tecnología de inteligencia artificial.