Microsoft recientemente publicó su informe de sostenibilidad para el año fiscal 2023, revelando cifras preocupantes. A pesar de establecer una meta climática en 2020 para alcanzar la negatividad de carbono para 2030, es decir, remover más dióxido de carbono de la atmósfera de lo que emite, parece que Microsoft está teniendo dificultades para mantenerse en el camino correcto. Durante el año fiscal 2023, la compañía experimentó un aumento significativo del 30 por ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero, y gran parte de la responsabilidad recae en Copilot, una tecnología impulsada por inteligencia artificial. El principal contribuyente al aumento de emisiones es la inversión sustancial de Microsoft en inteligencia artificial. Los requisitos energéticos para entrenar y utilizar modelos de IA son considerables.

Según las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, se espera que el consumo de energía de los centros de datos en todo el mundo aumente de 460 TWh en 2022 a un rango estimado de 620 a 1. 050 TWh para 2026, principalmente debido al aumento en el uso de IA y criptomonedas. Para poner esto en perspectiva, el consumo total de energía de Suecia en 2022 fue de aproximadamente 508 TWh. En una entrevista con Bloomberg, el CEO de Microsoft, Brad Smith, reconoció que las metas climáticas anteriores de la compañía se han vuelto significativamente más difíciles de alcanzar, principalmente debido a la aparición de la inteligencia artificial. Él afirmó: "En 2020, establecimos nuestra ambiciosa meta de carbono sin anticipar por completo el enorme crecimiento de la inteligencia artificial. De muchas maneras, ahora nos encontramos cinco veces más lejos de alcanzar esas metas en comparación con donde estábamos en 2020, si solo consideramos la expansión proyectada de la IA y sus demandas eléctricas asociadas. "