A fines de 2024, la cuota de mercado de Google Search cayó por debajo del 90%—hasta el 89, 34%—por primera vez en casi una década, lo que señala un cambio notable en el comportamiento y las preferencias de los usuarios. Aunque Google recuperó brevemente más del 90% de participación en los primeros meses de 2025, la tendencia general apuntaba a una disminución sostenida. Este cambio ha generado extensas conversaciones en círculos tecnológicos y empresariales sobre el futuro de la búsqueda, especialmente en medio del rápido auge de alternativas impulsadas por IA. La reducción del dominio de Google se debe en gran parte a la creciente popularidad de las herramientas potenciadas por IA que ofrecen respuestas directas y conversacionales. A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, que presentan listas de enlaces influenciados por SEO y publicidad, las interfaces de IA ofrecen información concisa y relevante de forma más accesible. El empresario Mario Nawfal subrayó esta conveniencia, señalando que plataformas de IA como Grok proporcionan respuestas sin que los usuarios tengan que revisar múltiples páginas web. Personalidades de alto perfil, como Elon Musk, han predicho que la IA eventualmente hará que los motores de búsqueda convencionales sean obsoletos. La tecnología de búsqueda por IA presenta varias ventajas. Al evitar las clasificaciones manipuladas por SEO y los anuncios, las herramientas de IA simplifican y mejoran el acceso a la información, lo que podría transformar la forma en que las personas interactúan con la web, ahorrando tiempo y esfuerzo. Además, los sistemas de IA pueden sintetizar conocimientos de diferentes fuentes de maneras que los motores de búsqueda tradicionales no pueden. Sin embargo, adoptar la búsqueda por IA implica desafíos. Una preocupación importante son las "alucinaciones", donde la IA genera respuestas que parecen plausibles, pero son incorrectas o engañosas, por lo que los usuarios deben evaluar y verificar críticamente el contenido generado por IA.
La confiabilidad de dicho contenido depende en gran medida de datos de entrenamiento y algoritmos que se actualizan constantemente. Los modelos de monetización para la búsqueda por IA siguen siendo un tema crítico. Los motores de búsqueda tradicionales como Google dependen en gran medida de la publicidad insertada en los resultados. Las plataformas de IA deben encontrar formas de mantener ingresos sin perjudicar la experiencia del usuario o saturarlo con anuncios. Se han propuesto modelos de suscripción, pero estos podrían restringir el acceso a algunos usuarios. También existe preocupación de que los sistemas de IA puedan ser explotados de forma similar a las tácticas de SEO, lo que complicaría los esfuerzos por mantener la integridad del contenido. Asuntos legales y éticos complican aún más el desarrollo de la búsqueda por IA. Los derechos de propiedad intelectual son un enfoque clave, ya que los sistemas de IA dependen de materiales extensamente protegidos por copyright para entrenarse y generar respuestas, lo que genera debates sobre la equidad y la legalidad, además de las implicaciones para los creadores. La transparencia, la privacidad de datos y los sesgos algorítmicos son preocupaciones adicionales que deben abordarse para preservar la confianza y garantizar que estas herramientas sean justas y responsables. En resumen, la reciente caída de la cuota de mercado de Google subraya el creciente impacto de la IA en la recuperación de información, resaltando también las complejidades que esta evolución trae consigo. La IA promete una experiencia de búsqueda más sencilla e intuitiva, pero también plantea desafíos relacionados con la precisión, la confianza, la monetización y la gobernanza ética. De cara al futuro, la cooperación entre desarrolladores, reguladores, creadores de contenido y usuarios será esencial para afrontar estos problemas. Garantizar que las búsquedas impulsadas por IA sigan siendo confiables, equitativas y sostenibles es fundamental para su integración exitosa en la vida digital cotidiana. Sin duda, el futuro de la búsqueda está en constante transformación, pero su camino dependerá de cómo se gestionen estos desafíos multifacéticos en los próximos años.
La cuota de mercado de Google Search disminuye ante el aumento de las búsquedas impulsadas por IA en 2024
En 2025, los modelos de video con IA lograron avances significativos, especialmente en la expresividad de los avatares, permitiéndome crear videos mucho mejores en comparación con 2024.
Un segundo tipo de cliente ha ingresado al mercado de manera rápida y silenciosa.
NEXTDC Ltd, una empresa líder en el sector de centros de datos, ha revelado recientemente una importante asociación con OpenAI, una organización de vanguardia en investigación y desarrollo en inteligencia artificial (IA).
En la reciente Cumbre AI+ organizada por Axios, Bret Taylor, cofundador de Sierra, ofreció una visión sencilla sobre el actual auge de las tecnologías de inteligencia artificial, sugiriendo que el auge de la IA podría ser una burbuja similar a la burbuja tecnológica de los años 90.
Oracle ha anunciado la expansión de sus servicios en la nube impulsados por inteligencia artificial a sectores clave como la salud y las finanzas, marcando un avance importante en la aplicación de la inteligencia artificial en estos sectores críticos.
La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el campo de la optimización para motores de búsqueda locales (SEO), ofreciendo a las empresas métodos innovadores para potenciar su presencia en línea y conectar de manera más efectiva con los clientes locales.
En el reciente evento World Tour de Salesforce en el Centro ExCel de Londres, la compañía reveló varias innovaciones para su plataforma Agentforce, tras un informe positivo pero discreto sobre sus resultados financieros del tercer trimestre de 2025.
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