La nutrición, una disciplina relativamente joven con solo 100 años, puede mejorarse mediante la integración de la inteligencia artificial (IA). Al combinar ambas, se puede proporcionar asesoramiento de salud personalizado en lugar del enfoque tradicional de talla única. Los investigadores de la Universidad de Cornell están utilizando IA generativa para desarrollar paneles de control de salud y chatbots que utilizan datos clínicos de fuentes confiables. Esta iniciativa forma parte de Empire AI, un proyecto de 400 millones de dólares destinado a crear una instalación de investigación académica en computación compartida. El consorcio, compuesto por siete universidades e instituciones de investigación líderes en Nueva York, incluida Cornell, busca promover la investigación responsable y beneficiosa en IA. La aplicación de la IA en decisiones relacionadas con la nutrición y la salud puede acelerar la implementación de programas como comidas adaptadas a las necesidades médicas y recetas de alimentos.

Al utilizar la IA, se pueden adoptar de manera más efectiva las pautas dietéticas, definir políticas y cuantificar subsidios. Las instituciones de Empire AI emplearán métodos computacionales para avanzar en la investigación en diversos campos, incluyendo la nutrición, el cambio climático, el descubrimiento de materiales y la salud. En Cornell, se están utilizando modelos de IA en contextos médicos como radiología y eficiencia energética en invernaderos de lechuga. La IA se utiliza para sistematizar el lenguaje de los radiólogos, reduciendo su carga de trabajo y agilizando la atención al paciente. Para la industria de cultivo de lechuga, se han desarrollado controladores de IA para minimizar el consumo de energía, lo que podría resultar en precios más bajos de los productos para los consumidores. El consorcio y la instalación de investigación tienen como objetivo aliviar las preocupaciones públicas sobre los efectos negativos de la IA al promover la transparencia y el uso responsable de la tecnología.