WASHINGTON (AP) — Los republicanos de la Cámara sorprendieron a los observadores de la industria tecnológica y enojaron a los gobiernos estatales al incluir una cláusula en su Proyecto de Ley de Impuestos “grande y hermoso” que prohibiría a los estados y municipios regular la inteligencia artificial (IA) durante diez años. Esta disposición breve, pero de gran impacto, insertada en la extensa revisión del Comité de Energía y Comercio de la Cámara, beneficiaría en gran medida a la industria de la IA, que ha presionado por una regulación uniforme y ligera mientras las empresas desarrollan tecnologías de IA transformadoras. Sin embargo, la cláusula enfrenta obstáculos significativos en el Senado de EE. UU. , donde reglas procedimentales, como la Regla Byrd, podrían impedir su inclusión en la legislación del Partido Republicano. El senador John Cornyn (R-Texas) expresó dudas sobre la sobrevivencia de la cláusula, señalando que la Regla Byrd requiere que los proyectos de conciliación presupuestaria se enfoquen en cuestiones presupuestarias y no en cambios políticos amplios. “Eso me suena a un cambio de política, ” dijo, destacando lo poco probable de su aprobación. Legisladores de ambos partidos han mostrado interés en regular la IA, con muchos presentando proyectos de ley, incluyendo esfuerzos bipartidistas, pero el progreso ha sido lento debido a las divisiones en el Congreso. Una excepción es un proyecto bipartidista que se espera pronto sea sancionado por el presidente Donald Trump, el cual impone penas más estrictas por distribuir imágenes íntimas de “porno venganza, ” incluyendo aquellas generadas por IA, sin consentimiento. El senador Bernie Moreno (R-Ohio) abogó por una regulación federal debido a la naturaleza sin fronteras de la IA, señalando que un mosaico de 50 leyes estatales sería poco práctico. Sin embargo, permaneció incierto sobre las perspectivas del proyecto de la Cámara en el Senado. La disposición sobre IA prohíbe a los estados y subdivisiones políticas hacer cumplir leyes que regulen modelos de IA, sistemas o sistemas automatizados de toma de decisiones. Esto podría invalidar regulaciones estatales sobre aplicaciones de IA en comercio, investigación, servicios públicos, educación y decisiones gubernamentales, afectando sistemas que van desde la IA popular como ChatGPT hasta herramientas que determinan la elegibilidad para empleo o vivienda. La propuesta está en línea con un esfuerzo más amplio de la administración Trump para eliminar regulaciones que limitan los riesgos y sesgos inherentes a la IA. Mientras tanto, aproximadamente la mitad de los estados de EE.

UU. han aprobado leyes que restringen la creación de deepfakes en campañas políticas, impulsados por preocupaciones sobre medios engañosos generados por IA que afectan las elecciones mundiales de 2024. El senador Scott Wiener, demócrata de California, condenó la propuesta republicana como “verdaderamente grosera, ” criticando a Congreso por no regular responsablemente la IA al mismo tiempo que prohíbe a los estados actuar. Un grupo bipartidista de fiscales generales estatales también se opuso al proyecto en una carta, advirtiendo sobre la extralimitación federal que socavaría los esfuerzos estatales, como destacó el fiscal general de Carolina del Sur, Alan Wilson (R). En medio del debate, líderes de la industria de la IA continúan avanzando en la investigación mientras compiten por desarrollar sistemas dominantes. Abogan por una regulación federal uniforme y mínima para competir internacionalmente, especialmente con firmas chinas. El CEO de OpenAI, Sam Altman, testificó ante el Senado que un “retrato de reglas dispersas” frenaría la innovación, y solicitó un marco federal único y de carácter ligero. En la misma audiencia, el senador Ted Cruz propuso un “período de aprendizaje” de 10 años para prohibir a los estados establecer regulaciones integrales sobre IA, buscando un terreno de juego nivelado para los desarrolladores de IA. Altman expresó apoyo a un enfoque federal unificado, aunque manifestó incertidumbre sobre el significado exacto de una demora de 10 años. El presidente de Microsoft, Brad Smith, apoyó con cautela permitir que el gobierno federal lidere la regulación, comparándolo con la protección de los primeros comercios en internet bajo regulaciones limitadas en EE. UU. , y resaltó la necesidad de resolver detalles en torno a la seguridad de productos y revisiones previas a su lanzamiento. Esta postura representa un cambio para ejecutivos como Altman y Smith, quienes anteriormente apoyaron la regulación de la IA y elogiaron medidas pioneras en estados como Washington, que implementaron salvaguardas en reconocimiento facial. Diez senadores republicanos han mostrado simpatía por un marco regulador nacional para la IA, aunque aún no hay un consenso bipartidista suficiente para superar un obstruccionismo. El senador Mike Rounds (R-S Dakota del Sur) apoyó la regulación federal para evitar un “gran problema” causado por las diversas leyes estatales, destacando el papel del Congreso en supervisar el comercio interestatal que involucra a la IA. —————— Reporte de O’Brien en Providence, Rhode Island; contribuciones de Ali Swenson (Nueva York), Jesse Bedayn (Denver), Jeffrey Collins (Columbia, SC), y Trân Nguyễn (Sacramento, CA).