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El auge de la inteligencia artificial ha transformado significativamente el panorama tecnológico, revolucionando el desarrollo de software, la búsqueda de información y la creación de contenido mediante simples indicaciones a chatbots. A pesar de estos avances, la IA aún no ha establecido una presencia física dominante en los gadgets cotidianos, permaneciendo en gran medida limitada a aplicaciones en teléfonos inteligentes. Varias startups y empresas han intentado integrar la IA en dispositivos físicos, pero aún no ha surgido una forma ampliamente aceptada. Ahora, OpenAI, un líder global en investigación de IA, está trabajando para resolver este desafío, con el objetivo de llevar la IA de manera más directa a la tecnología física cotidiana y mejorar la forma en que los usuarios interactúan con sistemas inteligentes en su vida diaria. Este movimiento podría marcar una nueva fase en la integración de la IA en aplicaciones prácticas y táctiles, más allá de la pantalla digital.