El avance de la tecnología ha provocado una avalancha de extrañas e irreales imágenes que evocan el surrealismo. Estas imágenes, frecuentemente encontradas en plataformas de redes sociales como Facebook, van desde gatitos amputados en muletas hasta esculturas de arena desafiando la realidad. Están diseñadas para captar la atención de las personas y a menudo vienen acompañadas de leyendas o hashtags manipuladores. La respuesta a estas imágenes varía desde usuarios crédulos hasta posibles bots, muchos expresando admiración por el contenido bizarro. Si bien estas imágenes son consideradas "basura" por el mundo tecnológico, también forman una nueva categoría de surrealismo. Plantean preguntas filosóficas sobre las imágenes generadas por inteligencia artificial (IA) y su clasificación como arte. A pesar de su estética kitsch y siniestra, estas imágenes logran evocar emociones y manipular las respuestas de los espectadores. A menudo presentan temas como cachorros, bebés, patriotismo, religión y personas atractivas, diseñados para conmover los corazones de la audiencia. No todas las imágenes generadas por IA encajan en el ámbito de la basura. Algunos artistas, como Polina Kostanda, utilizan software generador de imágenes por IA para crear imágenes oníricas y que invitan a la reflexión. La distinción clave radica en la habilidad para provocar una sensación de calidad fotográfica.

Kostanda cree que las imágenes generadas por IA pueden considerarse arte si transmiten un mensaje y capturan el alma. Determinar si una imagen generada por IA es arte con mayúsculas requiere evaluar su poder expresivo, su capacidad para articular sentimientos, estados de ánimo y pensamientos, y su interacción con el arte previo. Si bien la IA aún se encuentra en sus primeras etapas como herramienta artística, su valor puede radicar en la intención y el contexto detrás de la obra. La percepción del arte generado por IA se ve socavada por su facilidad de producción, pero esto puede cambiar con el tiempo y una mayor exploración del potencial de la IA. La basura generada por IA, a pesar de su carácter amateur y a menudo cursi, puede ser considerada arte a los ojos de algunos, como Vadim Meyl. Él ve a la IA como una herramienta que opera dentro de los parámetros establecidos por los creadores humanos. Sin embargo, la forma plana y kitsch del surrealismo predominante en las imágenes generadas por IA deja a muchos cuestionándose por qué una capacidad tan vasta e infinita de creación visual resulta en obras convencionales y familiares. En conclusión, la tecnología ha dado lugar a una nueva era de surrealismo a través de imágenes generadas por IA que a menudo son extrañas y siniestras. Evocan diversas respuestas y plantean preguntas sobre la naturaleza del arte y el papel de la IA en la expresión creativa. Si bien algunas imágenes generadas por IA se incluyen en la categoría de basura, otras exhiben cualidades artísticas y transmiten significados más profundos. La evaluación y apreciación del arte generado por IA aún está evolucionando, y su potencial como herramienta para la creatividad sigue siendo objeto de exploración.